Te contamos todo lo que necesitás saber sobre el Tahini y las maravillas culinarias que podés hacer con él.
Las redes sociales y el auge de los restaurantes de cocina internacional nos permiten degustar prácticamente los sabores del mundo, donde los ingredientes y recetas que en algún momento fueron algo desconocido y en ocasiones exóticos, ahora están en todas partes. En este fascinante viaje culinario, el tahini se estableció como una joya gastronómica que ha conquistado cocinas de todo el mundo. Esta pasta, hecha a base de semillas de sésamo molidas, no solo es un componente fundamental en la gastronomía mediterránea y de Oriente Medio, sino que ha trascendido fronteras y se ha convertido en un protagonista inesperado en platos de diversas culturas.
Sumergite en el fascinante universo del tahini y descubrí con Recetas Nestlé® por qué es un elemento esencial en la cocina contemporánea. Acompañanos en este emocionante recorrido por los sabores globales del tahini.
¿QUÉ ES EL TAHINI?
El tahini es una pasta cremosa con un sabor y textura única, elaborada a partir de semillas de sésamo tostadas y molidas, siendo esencial en la cocina mediterránea. A pesar de su practicidad, facilidad y versatilidad el tahini suele ser eclipsado por salsas a base de tahini como el hummus y el baba ghanoush, que están muy presentes en la cocina armenia, turca, griega, asiática e india.
Con un sabor suave y cremoso, con un toque salado y gusto a frutos secos y nuez, esta pasta debe ser más fina que la mantequilla de maní para que se pueda untar, mezclar o agregar a diversos platos, no solo de la cocina oriental, sino que, con un poco de creatividad puede añadir magia a cualquier otra receta.
¿CÓMO SE PREPARA EL TAHINI?
Más allá de saber que es una pasta elaborada a partir de semillas de sésamo tostadas y molidas, esta delicia puede parecer un producto exclusivo y misterioso, pero en realidad, hacerlo en casa es más fácil de lo que piensas. Aquí te damos todos los ingredientes y pasos necesarios para crear esta delicia.
- Ingredientes: Para empezar, tenés que saber que todo lo que necesitás son unos pocos y simples ingredientes para hacer magia en la cocina. El tahini requiere únicamente de semillas de sésamo, aceite de oliva y una pizca de sal. Reuní todos los ingredientes y manos a la obra.
- Remojar semillas: Si el sésamo no está tostado, lavá, remojá y descascarillá las semillas de sésamo para obtener una pasta con color y matices de sabor característicos del salvado, además de la textura gruesa.
- Escurrir: Después de este paso, escurrí muy bien las semillas, asegurándote que no queden húmedas.
Tostar: Precalentá el horno a 175°C y extendé las semillas en una bandeja y tostá en el horno durante unos 5 a 10 minutos, revolviendo ocasionalmente, hasta que estén ligeramente doradas. Para tener un mayor control del proceso, también podés tostarlas en una sartén y llevalas a fuego medio-alto. Tené cuidado de no quemarte ya que el sésamo va a empezar a saltar.
- Dejar enfriar: Una vez que notes que tus semillas cambian de color por un dorado hermoso y adquieren un fragante aroma, es momento de retirarlas del fuego y dejarlas enfriar por completo a temperatura ambiente.
- Moler las semillas de sésamo: Una vez que tus semillas estén tostadas y hayan enfriado, llévalas a un procesador de alimentos, robot de cocina o licuadora. Molé las semillas hasta que se conviertan en una pasta gruesa y aceitosa. Recordá utilizar una espátula, para detener el procesador y raspar los lados para tener una mezcla homogénea.
- Añadir el aceite: Una vez que raspes los lados del procesador, volvé a encenderlo y estando funcionando agregá lentamente el aceite. Empezá con una poca cantidad y añadí según sea necesario hasta alcanzar la consistencia deseada.
- Ajustar la sal: Cuando tengas la consistencia deseada, probá y ajustá la sal según tu gusto y ya tenés un tahini listo para disfrutar en tus platos favoritos.
Recetas con sésamo
USOS CULINARIOS DEL TAHINI
El tahini es reconocido como un ingrediente fundamental en varias salsas, pero tiene mucho potencial y diversas formas de utilizarlo que muchos desconocen. Podés disfrutarlo directamente del envase o explorar otras opciones, como las siguientes.
- Hummus: Como mencionamos inicialmente, el tahini es un ingrediente fundamental para la elaboración del hummus, donde a los garbanzos cocidos y convertidos en puré se mezcla con esta pasta de sésamo hasta tener una preparación cremosa, espesa y muy deliciosa.
Baba Ganoush: Este dip cremoso tradicional en la cocina árabe y mediterránea, se prepara con berenjenas asadas, tahini, jugo de limón, ajo y comino. Perfecto para acompañar con pan pita.
- Ensaladas innovadoras: Dejá de lado los aderezos aburridos y pocos balanceados y probá el tahini para darle a tus verduras un sabor único. Mezclá tahini con aceite de oliva, vinagre de manzana, jugo de limón y jengibre.
- Salsa Tarator: También conocida como taratur, esta salsa libanesa poco conocida en la región es una mezcla de tahini con jugo de limón, ajo, perejil y un poco de agua. Es una salsa muy popular no solo por sus pocos ingredientes, sino por ser una opción vegana, sin gluten y sin lactosa siendo el complemento ideal para el pollo a la parrilla, verduras al vapor, falafel, shawarma y demás recetas de la gastronomía árabe.
- Condimento para carnes: Quienes se arriesgan a explorar con este ingrediente han descubierto que sabe de maravilla con carnes. Animate a probarlo en unas brochetas de solomillo, kebabs de carne o hasta en una versión de hamburguesas mediterráneas añadiéndole un toque de jugo de limón y pimentón ahumado.
En tostadas: Gracias a su textura y delicioso sabor, el tahini es ideal para untar en tostadas, pan integral o galletitas. Podés disfrutarlo solo o agregarle miel, sirope, mermeladas, jugo de limón, sal, pizca de pimienta o salsas picantes para darle tu toque personal de sabor.
- En sopas: Por muy raro que te parezca algunas recetas permiten que el sabor y la textura del tahini se infunda en estos ricos y reconfortantes platos calientes. El tahini funciona bien como potenciador y espesante en sopas.
- Postres: Además de platos salados, el tahini se utiliza en postres como el tahinov hatz que es un pan armenio con tahini o el halvah que es un dulce tradicional de la cocina árabe. También se aprovecha las características del tahini para emplearse en diferentes productos horneados debido a su aporte de grasa.
¿CÓMO ALMACENAR EL TAHINI?
Si te animaste a preparar tahini casero o te sobró un poco del que compraste en tu supermercado más cercano, es importante saber cómo almacenarlo para prolongar su vida útil. Tomá nota y aplicá los siguientes consejos:
- Entre los amantes del tahini, existe el debate sobre si es mejor conservarlo en la despensa, en un lugar seco y oscuro a temperatura ambiente, o en la heladera. Sin embargo, en ambos lugares puede durar varias semanas o inclusos meses.
- Si preparaste una gran cantidad o simplemente no lo pensás usar de inmediato, recordá que la podés mantener fresco durante varias semanas al transferirlo a un frasco hermético y guardarlo en la heladera.
- La refrigeración es fundamental para preservar la frescura de los alimentos, y este método retarda el crecimiento de microorganismos, pero recordá que también es probable que después de guardarlo en la heladera el tahini se divida en dos fases donde el aceite se separe y resulte difícil volver a combinarlo.
- Como hemos mencionado en otras recetas y tips de ingredientes, lo mejor es consumirlo en el menor tiempo posible para disfrutar de su sabor, olor y textura y evitar así el desperdicio de alimentos en casa. Tené en cuenta que, debido a su alto contenido en aceite, el tahini después de bastante tiempo puede volverse rancio con un olor y sabor desagradable.
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FUENTES:
https://www.seriouseats.com/all-about-what-is-tahini
https://www.thespruceeats.com/tahini-and-tahini-sauce-difference-2356042