Aprendé a incorporar las grosellas en tus recetas y sorprendé a todos con tu creatividad en la cocina.
En Recetas Nestlé® no dejamos de sorprendernos de las delicias que la naturaleza nos brinda, y entre ellas, las grosellas se destacan como auténticas joyas. Estas pequeñas bayas de intenso color y sabor agridulce no solo son un deleite para el paladar, sino que también tienen el poder de elevar cualquier plato con su atractiva apariencia.
En el Blog del Sabor sabemos que sos un apasionado de la cocina y disfrutás descubriendo y experimentando con ingredientes únicos, es por esto que las grosellas te van a ofrecer un sinfín de posibilidades. Acompañanos y descubrí todo lo que necesitás saber sobre estas frutas y cómo aprovecharlas al máximo en tu cocina.
¿QUÉ SON LAS GROSELLAS?
Las grosellas no son una fruta tan común y conocida por todos, pero quienes han tenido la fortuna de probarlas y usarlas en la cocina, pueden dar fe que son un verdadero tesoro escondido. Las grosellas son frutos redondos de color rojo o blanco y creen agrupadas en pequeños racimos de siete a veinte bayas.
Las grosellas son similares a las uvas, pero de tamaño mucho más pequeño, con una pulpa carnosa y jugosa, de sabor ácido. Su color varía según la especie, pero por lo general se encuentran entre el rojo y el morado oscuro.
DE DÓNDE SON LAS GROSELLAS
Las facilidades de la vida moderna nos permite tener al alcance prácticamente cualquier ingrediente, así este se cultive en miles de kilómetros. Las grosellas, es un ejemplo de esto, pues es originario de Europa y Asía, donde se cultiva desde hace siglos donde hoy en día se puede ver en estado silvestre creciendo en caminos y terrenos húmedos, siendo Italia, Polonia, Francia, Bélgica, Holanda e Inglaterra los países productores de grosellas rojas y negras.
Con el tiempo las grosellas se volvieron muy populares en Estados Unidos y Canadá, y después de la colonización por los europeos a principios del siglo XX, ya había una gran extensión de cultivo de grosellas en el Nuevo Continente.
TIPOS DE GROSELLAS
Muchos alimentos tienen diversas variedades, y la grosella no es la excepción. Descubrí los diferentes tipos de grosellas que existen para que las disfrutes en todas sus formas:
- Grosellas rojas: Es la grosella más conocida por su atractivo color rojo intenso y su sabor ácido y ligeramente dulce, ideal para hacer mermeladas o salsas o por su llamativa apariencia de color rojo intenso que también sirve para decorar postres.
- Grosellas negras: A diferencia de las rojas, las negras se recomiendan no comer crudas por su sabor más fuerte, siendo amargas y muy ácidas. Por lo general se emplean para la elaboración de salsas para carnes y aves.
- Grosella blanca: No es tan común encontrarla y como su nombre lo indica posee un color blanquecino o rosáceo y tiene un sabor más suave y dulce en comparación con las otras variedades.
USOS CULINARIOS DE LAS GROSELLAS
Las grosellas al ser pequeños frutos de color rojo, suelen asociarse al mundo del dulce debido a su apariencia y sabor. Sin embargo, su versatilidad en la cocina va mucho más allá. No solo brillan en mermeladas y postres, sino que también tienen un lugar destacado en platos salados. Conocé los principales usos culinarios de las grosellas:
Postres y dulces con grosellas
Aunque es el uso más común no podíamos dejarlo por fuera de este listado, ya que agrega un toque de acidez a los postres dulces o también para decorar deliciosas creaciones.
Mermeladas y jaleas: Las grosellas, especialmente las rojas y negras por su color y sabor intenso son ideales para preparar mermeladas caseras añadiendo un sabor y también un toque decorativo a tus recetas dulces.
Recetas recomendadas
- Tartas dulces y tortas: Las grosellas se utilizan tanto para rellenar como para decorar tartas y tortas. Su color rojo vibrante y su sabor ácido contrastan de manera deliciosa con las masas dulces.
- Helados y paletas: Las grosellas añaden un toque refrescante y ácido a tus recetas de helados y paletas, siendo esta una forma creativa de sorprender a tus invitados creando combinaciones originales y deliciosas que salen un poco de los tradicionales sabores que se suelen ofrecer.
Productos horneados: Podés incorporar grosellas a tus masas dulces o también como topping, este ingrediente aporta humedad y sabor a productos horneados pequeños como muffins, cupcakes y bizcochos.
Recetas saladas con grosellas
Como mencionamos anteriormente, las grosellas son más conocidas por su uso en postres, pero estas pequeñas bayas también aportan un toque de acidez y frescura a las recetas saladas transformando cualquier plato en una verdadera obra maestra.
- Salsas para carnes: Las grosellas no solo se usan para bañar y decorar postres, sino que también pueden utilizarse para elaborar salsas agridulces que acompañan a la perfección carnes rojas como el cerdo o el cordero, aves e incluso pescados grasos como el salmón. Su acidez equilibra los sabores intensos y grasos.
- Ensaladas: Si querés sorprender a todos en la mesa, agregá grosellas frescas a las ensaladas de hojas verdes, donde no sólo contrastan con su sabor y textura, sino que también resaltan con su color vibrante añadiendo un toque visual único y elegante en la mesa.
- Salsas para quesos: Las grosellas no solo combinan a la perfección con carnes sino también diferentes tipos de quesos, especialmente quesos azules o frescos, proporcionando un contraste interesante de sabores si estás buscando crear una tabla de quesos.
Bebidas con grosellas
El sabor agridulce de las grosellas y su intenso color las convierten en un ingrediente perfecto para crear bebidas refrescantes, elegantes y llenas de carácter.
- Batidos y smoothies: Si tenés grosellas frescas o congeladas, podés aprovecharlas para crear un delicioso batido, podés usarlas solas o mezclarlas con otras frutas como frutillas, manzanas o bananas.
- Mocktails: Podés emplear el jugo de las grosellas o crear con ellas un sirope para crear fantásticas combinaciones con agua tónica, soda u otras opciones sin alcohol para crear bebidas sofisticadas coloridas y llenas de sabor.
- Infusiones y tés: Si sos un amante de las infusiones podés emplear las grosellas secas o frescas para darle un toque frutal y ligeramente ácido a tés o infusiones. Podés disfrutarlas en versiones calientes o frías.
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TIPS Y CONSEJOS AL COCINAR CON GROSELLAS
Las grosellas se pueden disfrutar crudas, pero si preferís cocinarlas brevemente, tené en cuenta lo siguiente:
- Lavala con cuidado: Antes de usarla en cualquier preparación, recordá lavarlas suavemente en agua fría. Son delicadas así que hacelo con cuidado para no dañarlas.
- Equilibrá los sabores: Debido a su acidez que no es la misma en todas las variedades, es posible que durante la cocción necesites ir ajustando la cantidad de azúcar teniendo en cuenta que combine con los ingredientes que vayas a emplear.
- Cocción rápida: Las grosellas se deshacen fácilmente si se cocinan demasiado tiempo, por eso se recomienda añadirlas al final de la preparación o tener una cocción rápida para mantener su forma y color.
- Conservación: Si tenés o llevaste a casa una gran cantidad de grosellas y no pensás consumirlas o emplearlas en alguna receta, se recomienda guardarlas en la heladera en un recipiente hermético o colocarlas en una bandeja en una sola capa y congelarlas.
Animate a darle variedad a tus comidas e inspirate con las deliciosas recetas con grosellas que encontrás en Recetas Nestlé®. Subí tu nivel culinario preparando una creativa receta con los ingredientes que tengas a tu alcance.
FUENTES:
https://laroussecocina.mx/palabra/grosella/
https://www.mapa.gob.es/es/ministerio/servicios/informacion/grosella_tcm30-103041.pdf