Recetas Caseras

Hígado encebollado, tradición en la mesa

Conocé en detalle el hígado encebollado, un plato típico en Latinoamérica que seguramente ya degustaste.

Delicioso plato de hígado encebollado acompañado con papa

La tradición culinaria de Latinoamérica reflejada en un solo plato: el hígado encebollado. 

El hígado encebollado, más que un simple plato, es un festín que se disfruta en las mesas familiares que se encuentran entre la punta norte y la punta sur de los países que comprende la región latinoamericana. Su simplicidad y exquisitez lo convierten en una receta infaltable en el día a día del latino, siendo acompañada por arroz, papa y otras guarniciones.  

La mayoría lo consumen a la hora del almuerzo. Sin embargo, en algunas zonas y países, en particular, se come también al desayuno; México, Colombia, Perú, Venezuela y Argentina, son los países latinoamericanos que cuentan con el hígado encebollado en el menú de platos tradicionales. 

Aunque su nombre no suena muy apetitoso, sobre su superficie, suave y aceitosa, los característicos sabores de la cebolla picada y el cilantro fresco sumergen al comensal en un festival de sensaciones ligeramente amargas y cítricas que, aunque fuerte por sí solas, funcionan muy bien en conjunto.  
 

TOP 5 GUARNICIONES PARA ACOMPAÑAR TU HÍGADO ENCEBOLLADO 

Por sí solo, el hígado encebollado es un plato muy completo que aparentemente no necesita de ningún tipo de complemento. Sin embargo, en los hogares latinoamericanos se sirve siempre en compañía de guarniciones como granos, tubérculos, frutos o ensaladas. Acá está el top 5 de guarniciones que mejor quedan con tu hígado encebollado: 

  1. Puré de papas: su suavidad, gusto y textura hacen del puré de papas un complemento perfecto para el hígado encebollado, consiguiendo contrastes que encajan más que bien. 
  2. Arroz blanco: es una de las guarniciones del hígado encebollado más comunes que hay. Servido junto a nuestro protagonista, se absorben los jugos, creando una combinación imperdible y casi que adictiva. 
  3. Ensalada fresca: una ensalada mixta con lechuga, tomates y pepinos puede funcionar más que bien si se emplata con el hígado encebollado, proporcionando frescura en el plato.  
  4. Papas fritas: deliciosas y crujientes; este acompañamiento cumple con todos los requisitos para ser una guarnición perfecta, añadiendo al hígado encebollado una textura distinta y saciante.  
  5. Espárragos asados: ligeramente amargos y crujientes por su cocción en parrilla, los espárragos, por su frescura, logran cierto equilibrio en tu plato si lo servís junto al hígado encebollado.  

    Espárragos asados sobre tabla de picar listos para acompañar el hígado encebollado

Recetas con cebolla

TRES TIPOS DE PREPARACIONES PARA TU HÍGADO ENCEBOLLADO

Su receta original dicta que el hígado se fríe en aceite común. Cuando se encuentra en su punto de cocción perfecto, se espolvorean pequeños pedazos de cebolla larga picada y cilantro fresco, a veces bañados en jugo de limón. No obstante, existen varios tipos de preparaciones de este tradicional plato que, como el original, quedan deliciosas. Acá te las mostramos:  

  • Hígado encebollado en estofado:  

En un sartén de buen tamaño sofreí la cebolla y el cilantro picado sobre aceite y a fuego lento. Posteriormente, agregá pedazos de zanahoria, papas, espárragos y el hígado en cubos al sartén; cociná por unos minutos, sazoná con sal, pimienta y laurel, y apagá el fuego cuando todos los ingredientes estén tiernos. Emplatá y degustá una deliciosa y no muy común preparación de hígado encebollado.  

  • Hígado encebollado en salsa de vino:  

Similar al estilo de cocción del estofado, vas a tener que sofreír tus ingredientes en una sartén a fuego lento. Esta vez vamos a usar cebolla, cilantro y ajo, ingredientes que se van a cocinar hasta que estén dorados para dar paso al hígado, un buen chorro de vino tinto y algunas hierbas provenzales. Al final, el vino tinto y el jugo de vegetales y carne van a formar una deliciosa salsa que se espesará con el fuego; serví tu hígado, agregale la salsa y degustá un increíble plato.  

  • Hígado encebollado al vapor:  

Sin mucho aceite y de gran sabor, el hígado encebollado al vapor es una excelente y práctica opción para vos y tu familia. Solo vas a tener que picar cebolla, cilantro, ajo, zanahoria y los vegetales que más te gusten; agregá jugo de limón, sal y pimienta junto con el hígado y empezá a cocinar.  Recordá que todos los elementos de esta preparación deben ir en una olla de buen tamaño llena de agua, en donde se cocinarán a vapor con fuego lento y por unos 25 minutos.  

Estofado de hígado encebollado, verduras y papa visto desde arriba

Comparación: ¿El hígado encebollado de res es el más rico? 

El de res es el comúnmente utilizado para el plato de hígado encebollado. Sin embargo, los hígados de cerdo, buey, cordero, ternero, pato y hasta ganso, también son comestibles. Con variaciones de sabor, tamaño, textura y apariencia, eso sí, pero sin duda una baraja de opciones para tener en cuenta. Acá te presentamos tres distintos hígados con uso culinario:  

  1. Cerdo: hígado de sabor fuerte e intenso, con textura densa y fibrosa, mucho más que el de res. Es utilizado habitualmente en estofados y guisos, preparaciones en las que se logra suavizar su gusto con condimentos fuertes y un proceso de cocción prolongado. 
  2. Buey: gusto terroso y mucho menos dulce que los demás; firme y fibroso, por lo que no es común que se utilice como proteína de un plato. Su principal uso culinario es para la fabricación de untables como el paté y en embutidos de todo tipo.  
  3. Pato: calificado con un sabor fuerte, pero rico y hasta dulce; carnoso y de textura suave y cremosa, por lo que a menudo es utilizado para hacer foie gras, una especie de embutido muy conocido en Francia. 

Para gustos, los colores. Por esto, es una tarea complicada definir cuál es el mejor hígado y su mejor preparación, pero no tenemos dudas de que, por su popularidad y sabor, el hígado encebollado destaca en su mercado.  

Embutido de hígado de buey cortado en rodajas en comparación con el hígado encebollado de res

Cómo escoger un corte adecuado para tu hígado encebollado 

No es un secreto que el hígado es una de las partes de la res más demandantes a la hora de las compras; su fibrosa textura, su poco agradable color y la gran variedad que existen en el mercado hacen que el momento de ir a comprarlo sea todo un desafío.  

  1. Color 
    Hígado de res: normalmente se caracteriza por tener un color marrón muy oscuro y rojizo. 
    Hígado de ternero: debe ser de un color marrón rojizo claro. 
    Hígado de cerdo: su corte debería tener un color rosa oscuro. 
    Hígado de cordero: caracterizado por su color rojo oscuro. 
    Hígado de buey: al igual que el del cordero, se distingue por su color rojo oscuro a marrón. 

    ¡CUIDADO! Un hígado de color opaco o grisáceo podría ser una señal de que no está en las mejores condiciones para su consumo. 

  2.  Textura 

    Debe ser firme, pero ligeramente elástico al tacto. Intenta evitar los hígados que se sienten blandos, babosos o viscosos, pueden estar en malas condiciones para su preparación y posterior degustación. 

  3. Olor 

    Este es uno de los indicadores de calidad más comunes para la selección de cortes de carne, por lo que, en este caso, el aroma debe ser fresco y en cierta medida dulce. Si percibís un olor ácido, o agrio, en tu nariz, significa que el hígado no está en buen estado. 

  4. Origen 

    Como con cualquier alimento de origen animal, preguntá al proveedor, en este caso el carnicero, el origen del hígado que pensás comprar. Es de suma importancia que este provenga de un ejemplar criado localmente y, si es posible, en lugares que practiquen la cría sostenible.  

  5. ¡Preguntá! 

    No sientas vergüenza, es importante que entables una relación de confianza con tu carnicero habitual. Él te va guiar a la hora de comprar tu hígado o cualquier tipo de carne.  

 

 

Fuentes:  

Preguntas frecuentes

¿Cómo puedo reducir el sabor fuerte del hígado?

Si no te encanta el sabor del hígado, podés reducir su fuerte gusto marinándolo antes de cocinarlo. Una marinada común incluye limón o vinagre, ya que estos ácidos ayudan a suavizar el sabor. Marinar el hígado durante al menos 30 minutos puede hacer una gran diferencia en el sabor final del plato.

¿Cuánto tiempo debo cocinar el hígado encebollado para que no quede duro?

El hígado se debe cocinar por poco tiempo para evitar que se vuelva duro y gomoso. Generalmente, se cocina durante 3 o 4 minutos por cada lado a fuego medio-alto. Es importante no sobre cocinarlo, ya que esto puede hacer que el hígado pierda su textura suave y se vuelva demasiado seco.

¿Cómo puedo evitar que las cebollas se quemen mientras cocino el hígado?

Para evitar que las cebollas se quemen mientras cocinas el hígado intentá cocinar las cebollas primero, ajustar el fuego, añadir líquido mientras se sofríe o cocinar en tandas.