En Recetas Nestlé® te enseñamos a cuidar de tus utensilios de madera, acero, silicona y cristal
Cuando se habla de la cocina, los temas dominantes suelen ser la comida y las recetas, pero no siempre sale a la luz la importancia de la higiene. No sólo es fundamental para mantener los alimentos bien cuidados, también es muy importante saber cuidar los distintos utensilios de cocina.
Vale la pena tener en cuenta que, dependiendo de los materiales, las recomendaciones cambian. Es decir, el cuidado de los platos de madera no es el mismo que el de los elementos de cristal o utensilios de acero.
Utensilios de cocina de acero: ¿cómo conservarlos?
Una situación que seguramente has vivido es la comida pegada en tu olla de acero. Es un gran utensilio que te permite cocinar a altas temperaturas sin dañarla, pero también debes tener cuidado de no rayarla y evitar que la comida se pegue, que puede terminar con manchas.
Más allá de hablar de ollas, cacerolas o sartenes de acero, el cuidado y mantenimiento es el mismo.
- Asegurate de usar una estufa con un diámetro menor o igual que el de la olla. Esto te va a ayudar al momento de limpiarla (en especial si es una estufa de gas) y tus recetas van a quedar mejor.
- Procurá limpiar las cacerolas apenas dejen de estar calientes, para evitar que la comida se quede mucho tiempo y se pegue. Además, esto también puede dañar la capa que la protege.
- Nunca le tires agua fría a los sartenes que aún están calientes.
- Lavalas con un jabón o un detergente que no sea muy fuerte, usando una esponja suave para no rayarlas.
- Limpialas también por fuera, no únicamente por dentro, para que no nazcan manchas.
- Secalas con un repasador cuando termines de lavarlas para evitar que se formen manchas.
- Procurá cocinar con fuego medio o bajo. Si vas a hacerlo con fuego alto, asegurate de saber lo que estás haciendo, ya que esto hace que las grasas y el aceite se peguen rápidamente a la superficie.
- Jamás cortes alimentos dentro de las ollas, te arriesgás a rayarlas.
¿Cómo saco la comida que se quedó pegada?
Antes de perder la paciencia y comenzar a rayar los sartenes, dejalos remojar en agua caliente y detergente por unas horas. Si después de esto sigue estando la comida incrustada, intentá usar un cepillo o una esponja más dura (pero que no sea de metal) para quitarla.
En el caso de que todavía haya restos de comida pegados, poné a hervir agua con vinagre en la sartén. Dejalo ahí por cinco minutos y volvela a lavar.
¿Qué hacemos con las manchas de quemaduras?
Una cosa es sacar la comida que se quedó pegada, pero otra es limpiar las quemaduras. La mejor idea es hacer una pasta con vinagre y bicarbonato de sodio.
Mezclá una taza de vinagre con una cucharada de bicarbonato de sodio, hasta que quede como una crema. Esparcila por toda la cacerola y dejala quieta por 15 minutos. Agarrá la esponja, remojala con vinagre y a limpiar.
Cuidados de los platos
Una montaña de platos en casa, llenos de grasa y con restos de comida pegados, parece una imagen de una película de terror culinaria. Lo más aterrador es que ocurre frecuentemente desde que pasamos la mayor parte del tiempo en nuestros hogares debido a la pandemia.
Por otro lado, también se gasta muchísima agua en este proceso y todavía hay bastantes dudas sobre los beneficios de un lavaplatos. Acá te resolvemos algunas para que tus platos siempre estén relucientes y sepas cómo debés cuidarlos.
Utilizá agua caliente
El agua fría no mata todas las bacterias que pueden estar en los platos, y tampoco ayuda a quitar la comida que está pegada. En cambio, si los lavás con agua caliente, estos restos se van a suavizar y serán más fáciles de limpiar.
De hecho, en una entrevista con el periódico La Vanguardia, la profesora Cristina Cusí de la Escuela Superior de Hostelería de Barcelona, afirmó que lo ideal para eliminar las bacterias es usar agua a 80°C.
Para lograrlo, lo mejor es tener un lavavajillas, aunque también se puede hacer utilizando guantes y teniendo mucho cuidado.
Fijate primero en la grasa
Un error muy común es lavar todos los platos al mismo tiempo, sin pensar en el tipo de suciedad. Por ejemplo, si tenés un plato con grasa de carne y uno en el que serviste la ensalada, una vez los estés limpiando, el primero va a terminar engrasando al segundo.
Es importante que mires cuáles son los platos con grasa, para quitarla primero con una servilleta o un trapo.
Lavá en el momento
A todos nos ha pasado. Terminamos de comer en la noche, ya sea con la familia o una reunión de amigos, llevamos los platos de vuelta a la cocina y decidimos lavarlos el día siguiente.
Cuando el sol vuelve salir, nos levantamos a lavar y los restos de la comida están duros, secos y pegados.
Por eso es recomendable limpiar los platos después de usarlos. Es muchísimo más fácil sacar la comida y la grasa. En el caso de que sea imposible hacerlo, al menos tenemos que dejarlos en remojo con un poco de detergente.
De esta forma, al día siguiente la tarea será mucho más fácil y no vas a tener el riesgo de rallar la vajilla.
¡Cambiá tus esponjas viejas!
Ya sean las esponjas tradicionales o las de metal, estos objetos son el lugar perfecto para que las bacterias se acumulen. Y si querés que tus platos y los otros utensilios se vean como nuevos y estén realmente desinfectados, no es la mejor idea que los laves con unas esponjas que tenés hace meses.
No utilices un balde para lavar
En algunas casas no es nada extraño que después de lavar los platos con jabón o detergente, se lave en un balde o cualquier otro recipiente con agua. Aunque esto ayuda a ahorrar, en términos de limpieza no es la mejor idea, ya que la suciedad se acumula.
Cómo cuidar los utensilios de cocina de madera
Debido a su material, los platos de madera tienen algunas consideraciones adicionales. Primero, lavalos a mano en lugar de usar el lavaplatos y pasales una toallita cuando termines para secarlos y evitar la humedad que podría afectar la madera.
También tené cuidado con el sol, ya que si los dejás mucho tiempo expuestos pueden generar manchas o un cambio de color que haga que se vean más gastados.
Por último, una vez estén secos, pasales un poco de aceite de oliva. Esto ayuda a proteger la madera contra la humedad.
Lavar materiales de madera
Al igual que los platos, no los lleves al lavaplatos, ya que las altas temperaturas pueden dañar la madera. También evitá detergentes que sean muy fuertes, en cambio, frotá medio limón o utilizá su jugo.
Lo ideal es lavarlos con agua caliente, así que usá unos guantes para no quemarte. De todas formas, es muy normal que con el paso del tiempo los utensilios de cocina de madera se vean gastados y viejos, pero para devolverlos a sus mejores días hay un par de trucos.
- Vinagre: llená un recipiente con vinagre y dejá tus instrumentos de cocina sumergidos por media hora. Después lavalos con agua caliente y secalos.
- Agua hirviendo: poné a hervir agua y luego vertela en un frasco o cualquier otro recipiente que esté totalmente limpio. Colocá el utensilio en el agua, al poco tiempo verás la suciedad acumulada desprendiéndose. Te recomendamos dejarlo unos 20 minutos y después secarlo muy bien.
Por último, al igual que con los platos, podés utilizar un poco de aceite de oliva una vez estén secos para protegerlos de la humedad. Esto aplica desde los cucharones, hasta las tablas para cortar hechas de madera.
Recetas recomendadas
Ayuda con los utensilios de silicona
Son muy comunes en la repostería y, debido a la variedad de colores que ofrecen, para cocinar con niños. Los utensilios de silicona son realmente fáciles de limpiar y mantener en un buen estado, ya sea a mano o en el lavavajillas.
- Limpiar a mano: usa agua caliente y una esponja suave para evitar que terminen con marcas. Tené precaución al dejarlos remojando en jabón o detergente, no vas a querer que terminen con ese olor y, mucho menos, con ese sabor.
- En el lavaplatos: los utensilios de silicona no tienen problemas con las altas temperaturas de un lavaplatos, pero es importante que limpies los restos de comida que queden pegados antes de llevarlos a lavar.
- Cómo quitar los malos olores: es común que esto suceda con los utensilios de silicona. Para arrancar esos aromas, dejalos remojando en agua con bicarbonato de sodio y luego lavalos.
Cuidado con la cristalería
Hay eventos que merecen sacar las buenas vajillas y darnos un lujo a la hora de comer. Pero como la cristalería no suele usarse a diario, seguramente está algo empolvada y con poco brillo.
La solución es muy sencilla. Primero, poné una toalla o un trapo en la base del fregadero, si se te llega a resbalar algo, lo último que queremos es que se rompa. Después limpia la cristalería con una esponja suave, que no vaya a dejar rayones, y dos cucharadas de vinagre. Refregá con agua caliente y jabón, y quedarán como nuevas.