Dejate cautivar con este dulce y empalagoso artículo conociendo los aspectos básicos de la pavlova.
Lo increíble que tiene la cocina, es que despierta nuestra curiosidad a través de sus formas, colores, olores, sabores y técnicas, donde nos sumergimos en un extenso mar de recetas que parece no tener fin. Tanto en el mundo de la sal como en el dulce, encontramos la oportunidad de deleitarnos con platos típicos de nuestra región, así como otros que han viajado miles de kilómetros hasta llegar a nuestra mesa. Este es el caso de la Pavlova, un postre que nació en Oceanía y ha traspasado fronteras complaciendo a los paladares más golosos.
Acompañanos y conocé con Recetas Nestlé® lo espectacular de este clásico postre, su origen y los aspectos básicos para tener en cuenta si lo deseas preparar en casa. Dejate cautivar por este dulce y delicioso artículo sobre la Pavlova. ¡Te va a encantar!
¿QUÉ ES LA PAVLOVA?
Este es un famoso postre que puede parecer intimidante, pero la realidad es que es muy sencillo de preparar y con muy pocos ingredientes. La pavlova es la fusión perfecta de texturas, con una corteza crujiente gracias al merengue francés horneado y un centro suave y delicado relleno de crema. Finaliza con una cobertura de frutos rojos frescos que además de darle un toque de frescura al postre, le da una atractiva y sofisticada apariencia.
Siendo un postre tan conocido y consumido alrededor del mundo, es común encontrar algunas variaciones en su receta, ya sea en distintos tamaños, desde porciones individuales hasta tortas de pavlovas para compartir en familia. Por ejemplo, la versión clásica lleva frutos rojos, pero también existen variantes que incorporan duraznos asados, agua de azahar, kiwi, mango e incluso salsas de dulce de leche, caramelo o chocolate.
¿CUÁL ES EL ORIGEN DE LA PAVLOVA?
No dejes que su nombre te confunda sobre su lugar de origen pues, aunque al escucharlo puede evocar la imagen de que fue creado por un chef ruso, la realidad es que este delicioso postre está más arraigado a las tierras de canguros y koalas que al territorio de las famosas Matrioskas.
La historia de la pavlova nos traslada a Oceanía, específicamente entre los años de 1926 y 1929, cuando Anna Pavlova, una bailarina de ballet rusa realizó una gira por Australia y Nueva Zelanda donde deslumbró a todo el mundo con su talento y gracia, por lo que en su honor surgió este postre, que la homenajea llevando su nombre. De hecho, muchos han llegado a comparar la textura etérea de este postre con la ligereza y elegancia de los movimientos de la bailarina.
Aunque la gira se realizó en ambos países, existe una cierta rivalidad sobre quién merece el crédito de haber inventado este delicioso postre. Sin embargo, hasta la fecha no hay pruebas suficientes como para atribuirle el mérito a alguno de los dos.
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COMPONENTES DE UNA PAVLOVA
Este llamativo y dulce postre que se roba todas las miradas en la mesa, está compuesto por muy pocos elementos clave, cuya correcta técnica y ensamblaje en el momento exacto van a determinar el éxito total de la receta.
El merengue
El merengue es una técnica ampliamente utilizada en una infinidad de postres, y en el caso de la Pavlova es el elemento clave de toda la receta. El tipo de merengue empleado para su elaboración es el “merengue francés” que después de hornearse debe presentar un color claro, una textura crujiente por fuera y una consistencia cremosa y suave en un interior.
Para darle un nivel de sofisticación a la receta, hay quienes le dan su toque personal a la pavlova, incorporando agua de rosas o de azahar, extracto de vainilla, ralladura de limón e incluso colorantes a los picos de merengue antes de llevarlas al horno.
La crema
Este es el elemento estrella que aporta humedad, ligereza y suavidad a esta receta, contrastando perfectamente con la textura crujiente del merengue. Por lo general, se encuentran pavlovas que tienen en su interior o están cubiertas por diferentes tipos de crema, como crema de leche, mousse, crema chantilly e incluso con queso mascarpone.
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La fruta
Debido a que tanto el merengue como la crema que componen la pavlova contienen grandes cantidades de azúcar, las frutas son las indicadas para aportar frescura y equilibrar los sabores dulces de esta receta. Tradicionalmente, se encuentran pavlovas decoradas con una amplia variedad de frutos rojos como frutillas, moras, arándanos, frambuesas o cerezas. Sin embargo, también se pueden agregar otras opciones, como manzanas, peras, kiwi, duraznos, mango, ananá, entre otros.
Las posibilidades de opciones y variaciones son infinitas; lo único que tenés que tener en cuenta es que al momento de elegir la fruta que va a acompañar a tu pavlova, la combinación de estas debe equilibrar y complementar la acidez, el sabor y la textura para crear una experiencia única en cada bocado.
Salsas y toppings
Aunque la receta tradicional consta de merengue, crema y fruta, no está de más agregar un toque extra de sabor y textura a la pavlova con salsas, jarabes o coulis de frutas. Estos ingredientes no solo le dan el toque final decorativo, sino que, también dependiendo del sabor pueden darle acidez para darle liviandad al postre o satisfacer a los golosos con una adición de dulzura.
Entre los toppings que podés agregar se encuentran los frutos secos tostados, virutas de chocolate, caramelos quebrados o en hilos, granola, entre otros. Es importante recordar que, a pesar de las infinitas opciones disponibles, no debés sobrecargar de ingredientes la pavlova. Procurá encontrar un balance armonioso entre sabores, texturas y presentación.
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TIPS Y RECOMENDACIONES AL PREPARAR UNA PAVLOVA
Sin importar si sos nuevo en la cocina o un verdadero experto, la pavlova es de esos postres que, a pesar de ser simples y fáciles de hacer, siempre es bueno contar con ese “as bajo la manga” que nos va a ayudar a sorprender a todos en casa con nuestras habilidades culinarias. ¡Tomá nota y encendé el horno!
- Si deseás evitar que tu merengue se deshaga después de hornearlo, se recomienda forrar la bandeja o molde con papel parafinado. De esta manera, vas a lograr un desmolde perfecto y sin morir en el intento.
- Este consejo no solo aplica para el pavlova, sino para todo lo que prepares en el horno. No abras la puerta del horno ya que los cambios bruscos de temperatura van a afectar tu receta, en el caso de la pavlova, el aire frío del exterior hará que tu merengue se agriete.
- El encanto de la pavlova está en el color blanco o pálido del merengue que contrasta con los colores de las frutas y las salsas, es por esto que no debés dejar que el merengue tome un color dorado, cuando esto pase bajá la temperatura del horno o retiralo.
- Al momento de ensamblar la pavlova, tenés que asegurarte de que tu merengue esté completamente frío antes de cubrirlo con la crema, fruta y salsas, ya que si lo hacés en caliente la crema se va a derretir y va a ser un desastre total.
- Tenés que tener en cuenta que el ensamblaje se debe realizar minutos antes de su consumo, ya que, si lo preparas con bastante tiempo, la humedad de la crema y fruta que pongas encima va a hacer que el merengue pierda su consistencia crujiente y no sea agradable al paladar.
Aplicá estos consejos y prepará en casa una exquisita pavlova con una corteza delicadamente crujiente que contrasta perfectamente con la suavidad de la crema y frescura de la fruta que elijas. Registrate en Recetas Nestlé® y descubrí más tips y trucos con los que vas a llevar tu nivel culinario al siguiente nivel.
FUENTES:
https://www.britannica.com/topic/pavlova
https://www.allrecipes.com/article/what-is-pavlova/
https://www.seriouseats.com/how-to-make-pavlova-meringue-garnish-fancy-fruit-dessert-tips
https://food52.com/blog/16810-the-dessert-australians-and-new-zealanders-are-squabbling-over