Todo sobre el té, la infusión con más de 20.000 variedades
El té es la segunda bebida más popular del mundo después del agua, porque, más allá de sus sabores, aromas, colores y formas de preparación, sus misteriosas cualidades sensoriales pueden llegar a ser paradójicas. Si tenés frío, un té caliente te reconfortará; si tenés calor, un té frío te refrescará; si estás ansioso, te calmará; y si tenés sueño o estás cansado, te estimulará.
En honor a los brotes y a las hojas de esta maravillosa planta, hoy les contaremos todo sobre el té: cómo prepararlo, cuáles son sus propiedades y qué tipos de té hay alrededor del mundo.
¿QUÉ ES EL TÉ?
Para comprender en su totalidad la delicia y la sencillez del té, debemos empezar por definir esta bebida.
El té surge de la infusión de hojas y brotes de una planta llamada camellia sinensis. El resultado depende del método de procesamiento, que determina la calidad, el sabor y el aroma de la bebida. Sin embargo, el sabor del té, en su gran mayoría, se puede describir como fresco, amargo y un poco áspero. Sus propiedades lo han convertido en la bebida de moda: contiene una alta variedad de antioxidantes, tiene efectos relajantes y digestivos y es una bebida hidratante.
Tomar té, además de ser un placer para nuestras papilas gustativas, también conlleva cierta mística social y un tanto espiritual. Es una excusa para acompañar una conversación, reunirse en familia o ser la bebida caliente y reconfortante que necesita un amigo o un ser querido.
Por más de 6.000 años, la humanidad ha consumido té y parece no querer detenerse en la búsqueda de sabores y momentos que les brinda esta planta.
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TIPOS DE TÉ ALREDEDOR DEL MUNDO
China e India son los mayores productores de té del mundo, mientras que en los países donde más se consume la bebida son Inglaterra, Irlanda y Turquía.
Según el libro The Tea Enthusiast Handbook de Mary Lou y Robert Heiss, existen más de 20.000 variedades de tés en todo el mundo, aunque se pueden clasificar en seis categorías: té negro, té blanco, té amarillo, té verde, té fermentado y té oolong o wulong.
Aquí les contamos un poco sobre cada una de las variedades de té:
- Té negro: conocido por su sabor fuerte y robusto, el té negro es de color oscuro y tiene un aroma profundo. Se obtiene de hojas de té completamente oxidadas y se somete a un proceso de fermentación. En muchos lugares el té negro es conocido como té rojo. Es ideal para aquellos que prefieren un sabor más intenso y lo podés tomar solo o con leche y azúcar. En comparación a los demás tés, el negro contiene niveles más altos de cafeína.
- Té blanco: la elaboración del té blanco empieza con la recolección de brotes jóvenes y tiernos de la planta. Las hojas se recogen antes de que estén completamente abiertas y luego, se secan al sol o al vapor. Gracias a ese proceso, el sabor es delicado y suave y cuenta con un alto contenido antioxidante.
- Té fermentado: también conocido como Pu-erh, es de origen chino y es único entre los tés porque pasa por un proceso de fermentación prolongado. Gracias a ese envejecimiento, su sabor es muy único, terroso y ligeramente dulce. Además, es conocido por sus propiedades digestivas.
- Té verde: uno de los tés más buscados por sus propiedades y por su sabor fresco y herbáceo. Las hojas de té verde se someten a una oxidación mínima y se calientan rápidamente para evitar la fermentación. Es uno de los tés con alto contenido antioxidante y su sabor se puede disfrutar frío o caliente.
- Té amarillo: aunque se parece mucho al té verde y sus características principales son similares, su proceso de elaboración cuenta con una etapa adicional de calentamiento húmedo, que le da su sabor distintivo y su color amarillo suave. Su sabor es dulce y ligero y es un té que, por lo general, solo se produce en China.
- Té oolong o wulong: en términos de oxidación, se encuentra entre el té verde y el té negro. Las hojas se oxidan parcialmente, lo que les da su sabor y su aroma característicos. Sus sabores son desde florales y frutales hasta con notas tostadas y de miel.
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PASO A PASO DE CÓMO PREPARAR EL TÉ PERFECTO
Preparar el té de manera adecuada implica algunos pasos clave para asegurarte de obtener el máximo sabor de las hojas y los brotes de la planta. Aquí tenés un paso a paso general para preparar el té:
1. Escoger el té adecuado: elegí el tipo de té que deseas preparar, ya sea té verde, negro, oolong, blanco, amarillo u otro. Ya conociste las diferencias de sabores y procesos de oxidación de cada uno, ahora tenés que encontrar el que más te gusta.
2. Hervir agua fresca: lleva agua fresca a punto de ebullición. La temperatura del agua varía según el tipo de té que vayas a preparar. Por ejemplo, para el té verde, se recomienda una temperatura más baja, alrededor de 70-80 °C, mientras que para el té negro se puede utilizar agua a punto de ebullición, alrededor de 95 °C.
3. Calentar la tetera: vierte un poco de agua caliente en la tetera para calentarla y luego descártala. Esto ayudará a mantener la temperatura del agua durante la infusión.
4. Medir las hojas de té: usa una cucharadita o una balanza de té para medir la cantidad adecuada de hojas. La cantidad puede variar según el tipo de té y tus preferencias personales.
5. Preparar el tiempo de infusión: consulta las recomendaciones específicas para el tipo de té que estés utilizando. El tiempo de infusión puede variar desde unos pocos segundos hasta varios minutos. No excedas el tiempo recomendado, ya que esto puede resultar en un té amargo o demasiado fuerte.
6. Verter el agua caliente: vierte el agua caliente sobre las hojas de té en la tetera. Asegúrate de cubrir completamente las hojas de té con agua para una extracción adecuada.
7. Infusión: deja que el té infusione durante el tiempo recomendado. Podés cubrir la tetera para mantener el calor durante la infusión.
8. Filtrar y servir: una vez hecha la infusión, utiliza un filtro o un colador para separar las hojas de té del líquido. Vierte el té en una taza.
9. Disfrutar: ¡es hora de tomar tu té! Podés beberlo caliente o dejarlo enfriar para disfrutarlo frío.
Recuerda que estos pasos son básicos y pueden variar según el tipo de té y tus preferencias personales.
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Prestá atención a la calidad del agua
Uno de los ejes fundamentales detrás del sabor de tu té es la calidad del agua que estás utilizando, ya que puede afectar la experiencia por completo. Por ejemplo, si el pH del agua es muy bajo, puede afectar el sabor del té al aumentar su grado de acidez; si contiene minerales como el hierro, su sabor y su aroma pueden cambiar y no ser tan apetitoso.
El uso del agua de la llave puede contener cloro y otros químicos que no son aptos para la preparación del té. Afortunadamente, hoy en día existen soluciones que nos ayudan a asegurarnos de que el té se mantenga en su forma más pura, sin alteraciones.
Una posibilidad es considerar el uso de un purificador de agua para eliminar las impurezas del agua potable y garantizar una mejor calidad. Algunos utilizan filtración de carbón activado, osmosis inversa o ultrapurificación, pero cualquiera de estos métodos será suficiente para purificar el agua que pronto se convertirá en té.
FUENTES:
- https://perfectdailygrind.com/es/2019/03/29/conoces-los-seis-diferentes-tipos-de-te-de-especialidad/
- Modern Marvels: The History of Tea | HISTORY
- https://www.teasinensis.es/es/info/20-que-es-el-te
- https://www.lipton.com/pe/nuestro-proposito/la-historia-del-te/
- La historia del té – Shunan Teng
- The Tea Enthusiast Handbook: A Guide to the World’s Best Teas de Mary Lou y Robert Heiss